F. E. Santiago de Compostela
93 hospitales españoles participarán en la segunda edición del ‘Día de la adherencia. Información de medicamentos’, que tendrá lugar el 15 de noviembre convocado por la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, según ha puesto de manifiesto su vicepresidenta, Rosario Santolaya, en el congreso nacional de la sociedad.

Luis Margusino, del Servicio de Farmacia del Complejo Hospitalario de A Coruña; Laura Fuentes (paciente), Thomas y Santolaya.

El objetivo de esta iniciativa es concienciar a la población sobre la relevancia para su salud que tiene la adherencia al tratamiento y los costes elevados para el sistema que puede representar que no cumpla con el mismo.

Durante la anterior edición se realizó una encuesta que recogió datos de 1.300 pacientes. La mayoría de los participantes aseguró que sí se administraba la medicación (muchos reconocían que con la ayuda de un cuidador). El 25 por ciento de los pacientes que dejaban de tomar un tratamiento lo hacía porque se sentía mejor. “Este dato es muy importante y una oportunidad si se tiene en cuenta que muchos de los tratamientos no son sintomáticos”, ha señalado la experta. Además, la encuesta arrojó que el pastillero era el método más comúnmente utilizado para recordar tomarse la medicación. Y a la pregunta acerca de cómo pensaban que el farmacéutico de hospital les podía ayudar al cumplimiento, la respuesta más común señaló que con las planillas con horarios de tomas que se realizan en muchos hospitales.

Para esta edición se ha diseñado un espacio abierto en la web de la SEFH en el que los pacientes podrán rellenar un test de evaluación pensado para desmitificar argumentos que se dan por sentados sobre los medicamentos y que son erróneos, ha añadido Santolaya. Además se han preparado carteles, dípticos y se repartirán pastilleros.

Ejemplo de NICE inglés

Junto a la vicepresidenta de la SEFH ha intervenido Victoria Thomas, director asociado del Programa de Participación de los Pacientes en el National Institute for Health and Clinical Excelence del Reino Unido.

Thomas ha explicado cómo el paciente está presente en las comisiones del NICE que evalúan los nuevos medicamentos y los mecanismos que se han articulado para que participe en el proceso de toma de decisiones. Así, cada comité de evaluación cuenta con al menos dos ciudadanos, además, se consulta a organizaciones de pacientes, estos pueden pedir intervenir y hablar ante el comité sobre su patología, y, por último, tras la publicación de las recomendaciones, se editan resúmenes de las guías adaptados para que sean entendibles por toda la ciudadanía.

La visión del paciente ha quedado recogida en muchas ocasiones, según Thomas, y como ejemplo ha afirmado que gracias a su intervención en la revisión de nuevos antipsicóticos para la esquizofrenia se constató que la falta de adherencia se debía a las reacciones adversas y se integró en las guías la necesidad de que médico y paciente debatieran sobre el perfil de estos efectos secundarios para definir qué fármaco va a ser elegido. Su voz también fue escuchada en la evaluación de un nuevo medicamento para la psoriasis, en la que los pacientes apuntaron que no sólo era importante cuánta tenían, sino dónde, por lo que se recogió en las guías que para la recomendación de nuevos fármacos no sólo se tendría en cuenta la extensión.