Redacción. Madrid
Resultados del estudio Epica (pacientes de edad avanzada seguido por los centros italianos para el estudio de anticoagulación), se presentaron en el Congreso ESC 2011. Este es el mayor estudio en pacientes muy ancianos anticoagulados con antagonistas de la vitamina K para la prevención de tromboembolismo venoso y, para la mayor parte (75 por ciento), para la prevención del ictus, ya afectados por fibrilación auricular.

Todos los pacientes estudiados iniciaron el tratamiento anticoagulante entre los 80 y los 102 años, y la edad media de los pacientes estudiados fue de 84. El miedo a la hemorragia es la principal preocupación para la prescripción de antagonistas de la vitamina K, en particular en pacientes muy ancianos que llevan muchos factores de riesgo de hemorragia. Este estudio demuestra una baja tasa de complicaciones de sangrado, a pesar de la edad avanzada de los pacientes, lo que sugiere que la edad en sí misma no debe ser considerada una contraindicación para este tratamiento, aseguran los autores.

La prevalencia de la fibrilación auricular es fuertemente dependiente de la edad y está presente en casi el 10 por ciento de los pacientes después de los 80 años. Dado el envejecimiento de la población en los países occidentales, el número de personas con fibrilación auricular es probable que aumente considerablemente en los próximos años. La fibrilación auricular aumenta el riesgo de ictus por cuatro y se estima que el porcentaje de accidentes cerebrovasculares atribuibles a la fibrilación auricular se eleva hasta el 23,5 por ciento en el grupo de edad de 80 a 89 años.

En el estudio Epica, todos los pacientes fueron seguidos en la gestión de la anticoagulación por centros especializados en ello y este hecho mostró una buena calidad de la anticoagulación. Los centros en este estudio, practican rutinariamente la educación del paciente, incluyendo la explicación a los efectos del tratamiento y el riesgo de complicaciones, y dan información sobre los controles de laboratorio.

“En realidad, sabemos que los pacientes bien informados tienen un menor riesgo de eventos adversos durante el tratamiento anticoagulante. Miembros de la familia y los cuidadores también están involucrados en el programa de educación. Debido al efecto de la variable de los anticoagulantes orales, los pacientes reciben una prescripción detallada de las dosis diarias y la indicación para las siguientes visitas. El buen manejo de la anticoagulación probablemente explica el riesgo bajo de hemorragia registrado en este estudio”, según ha explicado Daniel Poli, del Centro de trombosis de Florencia, Italia.

Este amplio estudio sobre pacientes muy ancianos en tratamiento con antagonistas de la vitamina K mostró que la tasa de complicaciones hemorrágicas fue baja, lo que sugiere que la edad en sí misma no debe ser considerada como una contraindicación para el tratamiento. Una gestión adecuada de la terapia con la supervisión cuidadosa de los pacientes, en los centros de formación específica, permite a los pacientes muy ancianos y débiles beneficiarse de los antagonistas de la vitamina K.