Marcos Domínguez. Madrid
El tratamiento farmacéutico de las coagulopatías congénitas es un ejemplo de cómo la farmacia tiene que actuar conjuntamente con los profesionales y el paciente para garantizar una correcta evolución del tratamiento y su optimización. Así lo han puesto de manifiesto la reciente jornada sobre el tema que va ya por su novena edición.
José Antonio Romero y Alicia Herrero.
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“Se han puesto en común la experiencia de los Servicios de Farmacia de los centros hospitalarios más importantes a nivel nacional”, señalan Alicia Herrero José Antonio Romero, del Servicio de Farmacia de La Paz y coordinadores del evento. Destacan la importancia del farmacéutico “tanto en el tratamiento como en la gestión” de estas patologías debido a que los medicamentos utilizados “son complejos y solo se pueden dispensar desde los Servicios de Farmacia del Hospital”. Se trata además de fármacos “de gran impacto económico” en los centros.
Hay que tener en cuenta además que el paciente (y su familia) tienen que implicarse por completo en la gestión de la enfermedad, ya que “deben autoadministrarse medicamentos por vía intravenosa prácticamente desde su nacimiento y durante toda su vida”.
Integrarse en el equipo clínico, esencial
Herrero y Romero destacan el nivel de integración del farmacéutico en los equipos clínicos, “asumiendo tareas tan importantes como la protocolización de las cirugías, la dispensación individualizada y el seguimiento farmacoterapéutico”, lo que permite mejorar la eficiencia de los tratamientos. Por ello, también se ha abordado el manejo de las cirugías y el tratamiento de soporte que necesitan, “tanto en los episodios postquirúrgicos con en la rehabilitación, muy necesario para optimizar su recuperación”, apuntan.
La jornada, que ha tenido lugar en La Paz (al ser centro de referencia de esta enfermedad a nivel nacional y uno de los centros que más paciente recibe), ha abordado la aplicación de los nuevos conceptos de la coagulación a la clínica, además de las alteraciones congénitas del proceso de la hemostasia y la aplicación de los medicamentos para corregirlas. En este sentido, los nuevos factores de coagulación, “de larga vida media”, supondrán una “revolución” en el tratamiento. Sin embargo, pueden aparecer complicaciones como inhibidores o anticuerpos, “que pueden anular el tratamiento convencional e implican un reto adicional”, explican los farmacéuticos, que además forman parte del Grupo de Medicamentos Hemoderivados de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. A pesar de las innovaciones, queda un largo camino por recorrer para mejorar la calidad de vida de estos pacientes, camino que pasa por la integración, cada vez más optimizada, de equipo y paciente.
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