Redacción. Madrid
Aunque ha habido preocupación acerca de la seguridad cardiovascular de los medicamentos para el déficit de atención con hiperactividad (TDAH) debido a su capacidad para aumentar la frecuencia cardíaca y presión arterial, un análisis que incluyó a más de 150.000 usuarios de estos medicamentos no encontró evidencia de un mayor riesgo de infarto de miocardio, muerte cardiaca repentina o accidente cerebrovascular asociado con su uso actual en comparación con el no uso o poco común entre los adultos jóvenes y de mediana edad, según un estudio publicado en JAMA.
“Entre 2001 y 2010, el uso de medicamentos indicados para el tratamiento del TDAH aumentó más rápidamente entre adultos que en niños. De acuerdo a un documento de la FDA de 2006, más de 1,5 millones adultos de los Estados Unidos estaban tomando estimulantes en 2005, y suponían aproximadamente el 32 por ciento de todas las recetas emitidas.
Laurel A. Habel, del ‘Kaiser Permanente Northern California’, y sus colegas examinaron si los medicamentos usados principalmente para tratar el TDAH se asocian con un mayor riesgo de ataque al corazón, muerte súbita o un accidente cerebrovascular en adultos. Los investigadores utilizaron los registros computarizados de salud de cuatro ‘sites’ de estudios, a partir de 1986 en un sitio y que terminan en 2005 en todos. Además, contaron con la evaluación adicional de una encuesta realizada en 2007. Los participantes eran adultos de 25 a 64 años de edad con las recetas dispensadas de metilfenidato, anfetaminas, o la atomoxetina. Cada usuario de medicación (n = 150.359) se corresponde a dos no usuarios dando un total de 443.198 pacientes analizados.
Durante el seguimiento, hubo 1.357 casos de ataques cardíacos, 296 casos de muerte súbita y 575 casos de accidente cerebrovascular. Después del análisis de los datos, los investigadores encontraron que el uso de los fármacos para el TDAH, en comparación con el no uso o con el uso remoto, no se asoció con un mayor riesgo de acontecimientos cardiovasculares graves, como infarto de miocardio, muerte súbita cardíaca o accidente cerebrovascular.
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