Redacción. Madrid
Especialistas de la Plataforma de Oncología del Hospital USP San Jaime han presentado un nuevo método analítico para la valoración y cuantificación de Lapatinib que permite realizar la monitorización terapéutica del fármaco de forma rápida y sencilla, de manera que se facilita su implantación a nivel hospitalario.
Belén Valenzuela.
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Belén Valenzuela, responsable de la Unidad de Farmacoterapia Personalizada de USP San Jaime, destaca que “la monitorización terapéutica es especialmente importante en este grupo de fármacos, que se administran por vía oral y se utilizan en dosis fijas, y que pueden resultar excesivas para algunos pacientes e insuficientes para otros”. La monitorización farmacoterapéutica permite ajustar de forma personalizada las dosis de los fármacos a las necesidades del paciente.
Este nuevo método analítico, cuya novedad es que comporta la detección ultravioleta en lugar de la espectrometría de masas, se ha presentado en la reunión anual de la AACR (American Association for Cancer Research), que se celebra estos días en Chicago, y se ha desarrollado de la mano de la Fundación Tedeca, una organización sin ánimo de lucro integrada en la Plataforma de Oncología.
Valenzuela ha destacado que toda la metodología analítica recogida actualmente en la literatura científica sobre la valoración de la concentración de Lapatinib en plasma humano, contempla el uso de un espectrómetro de masas como sistema de detección, una tecnología de alto coste que, además, lleva asociada una formación muy específica y unas condiciones de uso muy delicadas, lo cual limita su implantación a nivel hospitalario.
El método analítico desarrollado en San Jaime utiliza un detector de ultravioleta y los tiempos de análisis son inferiores a 15 minutos. Según Valenzuela, se trata de un método analítico “rápido y sencillo que facilita la personalización de la dosificación de pacientes tratados con Lapatinib”. El proceso de personalización es también relativamente sencillo. Una vez el paciente recibe la primera dosis de fármaco, según las dosis estándar, se le extraen muestras de sangre para determinar la cantidad de fármaco en sangre y la magnitud de la respuesta (terapéutica o tóxica) del paciente.
Los fármacos en sangre se determinan mediante sistemas de cromatografía líquida de alta eficacia, con detectores de fluorescencia y/o ultravioleta (como es el caso de Lapatinib); ICP óptico o ELISA. Por su parte, la magnitud de la respuesta (terapéutica o tóxica) del paciente requiere tanto de medidas objetivas de distintos parámetros en sangre como de valoraciones clínicas realizadas por el personal médico del centro. Estos datos en su conjunto permiten cuantificar las características intrínsecas del paciente en relación a su tratamiento. “Así, es posible determinar cómo se absorbe y se distribuye el fármaco en un determinado paciente y cómo se elimina de su organismo; cuál es la sensibilidad de ese paciente en relación al desarrollo de efectos adversos y cuál es la actividad intrínseca para ese determinado tumor… Esta información permite definir la dosis óptima que maximiza la probabilidad de alcanzar la respuesta deseada y disminuir el riesgo de desarrollar efectos adversos”, explica Valenzuela.
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