Redacción. Barcelona
“Aunque inicialmente los derivados del cannabis se propusieron como terapia para los vómitos asociados a la quimioterapia antineoplásica, el papel de los cannabinoides en terapéutica es mucho más amplio y de bien seguro que en próximos años todavía se ensanchará más teniendo el dolor como denominador común”, ha explicado Jordi Camarasa, presidente de la Sociedad Catalana de Farmacología de la Academia de Ciencias Médicas y de la Salud de Cataluña y baleares que ha celebrado la jornada ‘Implicaciones terapéuticas presentes y futuras de los cannabinoides’.
Fotografía microscópica del efecto del cannabinoide sobre un modelo viral de esclerosis múltiple.
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“El campo de las posibles implicaciones terapéuticas de los cannabinoides es enormemente amplio, puesto que cada día se van descubriendo nuevas implicaciones de los receptores a cannabinoides”, ha seguido Camarasa. “Desde el punto de vista terapéutica las implicaciones de futuro de los cannabinoides en la terapéutica pasarán, por ejemplo, por el tratamiento del dolor oncológico, dolor neuropático (incluyente neuropatía diabética), dolor en artritis reumatoide, náuseas y vómitos, anorexia”.
Actualmente, en España sólo está aprobado un producto con derivados cannabinoides para los problemas del espasticidad muscular en la esclerosis múltiple, que afecta al 60 por ciento de estos pacientes, pero, tal y cómo ha subrayado “se están llevando a cabo muchos ensayos clínicos para futuras indicaciones”.
En Cataluña, el pistoletazo de salida del uso terapéutico del cannabis se produce el 2001 cuando la asociación Ágata de enfermas de cáncer de mama hace una petición formal porque se legalice. El 2004 se puso en marcha el Programa Piloto del Departamento de Salud que tenía como finalidad el estudio del uso terapéutico del cannabis en el tratamiento de ciertas enfermedades. “A partir de aquel momento se llevó a cabo varios ensayos, entre ellos el correspondiente a la eficacia y seguridad de los cannabinoides en la neuropatía por espasticidad muscular en enfermos de esclerosis múltiple”, ha resumido Camarasa.
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