Redacción. Madrid
Los ensayos clínicos que ha desarrollado la farmacéutica Teva Neuroscience con su fármaco contra el párkinson 'Azilect' (rasagilina) no han convencido a los expertos de las autoridades del medicamento de Estados Unidos (FDA, siglas en inglés) de que este tratamiento pueda ralentizar la progresión de esta enfermedad, según publica Europa Press.
La FDA ha expresado su preocupación sobre el diseño de los estudios, sus análisis y el resultado de los mismos a través de unos informes publicados este jueves. Sin embargo, añadieron que “no ha sido aclarado qué clase de datos podrían establecer definitivamente” si este fármaco modifica la progresión del párkinson.
“No existen beneficios demostrados de rasagilina para ralentizar la tasa de progresión del párkinson”, ha escrito uno de los expertos de la FDA, que votarán el próximo 17 de octubre sobre si Teva les ha proporcionado suficientes evidencias de que 'Azilect' puede ralentizar el avance de la enfermedad.
'Azilect', comercializado por Teva junto con Lundbeck en diferentes países, está aprobado para tratar los síntomas de desórdenes neurológicos, como los temblores, la rigidez, la ralentización del movimiento y la falta de equilibrio.
El objetivo de Teva es ampliar la indicación de su fármaco, demostrando que 'Azilect' ralentiza la progresión clínica del Parkinson, una enfermedad para la que no existe cura o tratamiento para ralentizar o frenar su progresión.
La revisión fue también complicada por el hecho de que es difícil trazar una línea que diferencie el tratar los síntomas del Parkinson de tratar esta enfermedad, de la que se desconocen muchas cosas, entre ellas sus causas.
'Azilect' fue aprobada en 2006 por la FDA como terapia de fármaco único en las primeras etapas del Parkinson y para pacientes en fases más avanzadas, junto con levodopa, el tratamiento estándar para la enfermedad, que consigue enmascarar los síntomas de esta patología, pero no frenar su avance.
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