Redacción. Madrid
La Sociedad Española de Hematología y Hemoterapia (SEHH), en colaboración con el laboratorio biotecnológico Celgene, ha presentado en su sede el libro Farmacoeconomía aplicada en hematología. Una publicación que busca acercar los conceptos básicos de la farmacoeconomía a la labor diaria del hematólogo, para ayudarle a maximizar los recursos de los que dispone, mejorando la calidad asistencial de todos sus pacientes y la eficiencia en los procesos evaluadores.
Marta Trapero, José Mª Moraleda y Marta Moreno.
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“Como profesionales de la sanidad, nuestro principal objetivo es velar por la salud y la calidad de vida de nuestros pacientes. Las novedades terapéuticas que van llegando al mercado son más seguras y eficaces y añaden valor a la salud de la población pero, al mismo tiempo nos exigen un uso más razonable de los recursos. Por este motivo hemos decidido realizar este libro, para facilitar el trabajo del hematólogo en su día a día”, ha señalado José María Moraleda, presidente de la SEHH.
El auge de la farmacoeconomía es evidente. Esta disciplina es la herramienta que ayuda a los responsables a decidir qué medicamentos se deben incorporar a los sistemas nacionales de salud, influyendo en el proceso de la toma de decisión del precio y reembolso. En este sentido, Marta Moreno, directora de Acceso al Mercado y Regulatorio de Celgene, ha querido puntualizar que “desde Celgene otorgamos una importancia capital a la farmacoeconomía. Nuestro fin es el de poder ayudar con calidad y eficiencia al mayor número de pacientes. Por ello, estamos encantados de trabajar en la línea de buscar los mejores resultados en salud garantizando así que se tomen las decisiones para el beneficio de los pacientes, gestores, decisores y médicos”.
Además, un medicamento no debe ser considerado de forma aislada, sino parte de un conjunto de factores en el que hay que tener en cuenta a todas las partes. En palabras de Marta Trapero, investigadora en la Universidades Pompeu Fabra (UPF) y Castilla-La Mancha (UCLM) y ex presidenta de la Asociación de Economía de la Salud (AES), “no se trata de establecer medidas cortoplacistas por el contexto actual de crisis. Hay que fomentar la obtención del máximo valor en salud y bienestar con los recursos disponibles haciendo uso de criterios de priorización explícitos en la toma de decisiones sanitarias. Más eficiencia es avanzar hacia una sociedad más sana y con mayor bienestar.”
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