Redacción. Madrid
Un nuevo estudio muestra que los beneficios para la salud asociados con una categoría de medicamentos usados comúnmente para tratar la esclerosis múltiple (EM) (conocidos como fármacos modificadores) tienen un costo muy alto en comparación con las terapias que tratan los síntomas de la enfermedad y los tratamientos para otras enfermedades crónicas.

Katia Noyes.

El estudio, que aparece en la revista Neurology, analizó los datos de 844 personas en la etapa inicial de la EM y proyecta los costos de atención de salud, incluyendo el costo de los medicamentos, y pérdida de productividad durante un período de 10 años. El estudio encontró que mientras que los pacientes con EM tratados con fármacos modificadores experimentan “modestas ganancias” en su salud, el costo asociado con el uso de estos fármacos es más de 8 veces superior a lo que se considera “razonable” de una economía de la salud de coste-efectiva.

“Si bien es cierto que la terapia modificadora es beneficiosa para algunos pacientes con EM, los beneficios tienen un costo económico tremendo”, ha señalado Katia Noyes, profesora asociada en el Departamento de Comunidad y Medicina Preventiva de la Universidad de Rochester y autor principal del estudio. “Estos resultados apuntan a la necesidad de evaluar continuamente la relación coste-efectividad de nuevos tratamientos en el interés de controlar las inversiones es salud”.

En el 1990 se introdujeron varios nuevos fármacos que modificaron el curso de la enfermedad, en comparación con las terapias tradicionales que tratan principalmente de los síntomas de la EM. Estos medicamentos -que incluyen los interferones y el acetato de glatiramer- han demostrado en grandes estudios clínicos disminuir la progresión de la enfermedad y reducir las recaídas. Sin embargo, estos medicamentos están asociados con efectos secundarios y son muy caros, cuestan hasta 30.000 dólares por año, señala el estudio.

Los autores utilizaron datos de una encuesta continua a los pacientes con EM financiado por la National Multiple Sclerosis Society. Noyes y sus colegas emplearon un método de años ganados ajustados por calidad de vida (QALY) para evaluar los efectos sobre la salud de los fármacos. QALY es una herramienta estándar para evaluar la carga de enfermedad por la estimación de la mejora de la calidad de vida ganada con el tiempo, tomando un medicamento en particular o una terapia. Una regla general entre los expertos en política de salud es que para que una intervención sea juzgada como “rentable” debería costar 100.000 dólares o menos para producir un QALY adicional. Según el estudio, la terapias modificadoras de EM cuestan más de 800.000 dólares por QALY.

Las personas que toman fármacos modificadores de la enfermedad experimentaron una modesta mejoría en la salud según el estudio. Por ejemplo, los pacientes con EM que recibieron interferón beta-1a ganaron cerca de dos meses ajustados por la calidad de vida cada 10 años en comparación con aquellos que no tomaron los medicamentos modificadores de la enfermedad. Los autores también encontraron que el beneficio para los pacientes fue mayor cuando comenzaron a tomar los medicamentos de forma temprana en el inicio de la enfermedad.

Los investigaores del estudio señalan que en países como Gran Bretaña, Canadá o Alemania el coste de estos medicamentos es un 67 por ciento menor que en los Estados Unidos.