Marcos Domínguez. Valladolid
Gestores y clínicos reunidos en el 59º Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH) ven necesarias unidades de gestión clínica compartidas entre Primaria y hospital y un marco normativo específico que las regule, donde la Primaria debe tener un mayor peso gracias a su cercanía con el paciente.
Miguel Ángel Calleja.
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Miguel Ángel Calleja, jefe de Farmacia del Virgen de las Nieves (Granada) y vicepresidente de la SEFH, ha moderado el coloquio en el que se ha abordado esta cuestión, considerando que la participación profesional lleva a mejores resultados en eficiencia, por un lado, pero esta colaboración tiene que ser en unidades transversales AP-hospital, con un marco normativo que las regule y unos presupuestos “no históricos sino reales”.
“Cuando los profesionales se relacionan, Primaria resuelve más”, ha señalado Montserrat Bango, gerente del Hospital de Cabueñes (Asturias), “y acaban enviando menos pacientes a hospital”. Explica que la continuidad asistencial es una de las mayores ventajas que puede aportar la gestión clínica a la racionalización de los recursos del sistema, con la creación de una historia clínica útil para ambos centros y de guías compartidas de uso racional de los medicamentos.
Bango ha relatado la experiencia del Servicio de Salud del Principado de Asturias (Sespa) en este campo, donde la gestión clínica está implantada en áreas como salud mental, cirugía vascular y retinografía y en el que “los pacientes van al centro de salud y no hace falta que lleguen al hospital”. Con unos niveles indicadores de calidad “inigualables”, ha hecho hincapié en que cuanto mayor es la participación de Primaria, “mejores son los resultados económicos”.
Experiencias de ahorro con gestión integrada
El punto de vista de la clínica lo ha dado Elpidio García, coordinador del Centro de Salud Arturo Eyries de Valladolid. “El responsable de la gestión debe ser el equipo de Primaria porque es el más cercano con el paciente”, ha sostenido: “por ejemplo, yo puedo ver hasta cuatro veces en un día a la misma persona”.
García ha hablado de la experiencia piloto sobre unidades de gestión clínica puesta en marcha en Castilla y León y a la que se adscribieron seis equipos de Atención Primaria. Gracias a ella, en cuatro años se consiguió una reducción del presupuesto en 600.000 euros y un ahorro del 9 por ciento, cifras que se han logrado “teniendo cuidado de no ser exagerados” ya que, al afrontar un presupuesto con bases realistas, hay que dejar un margen de incertidumbre, especialmente en los ahorros conseguidos en el gasto farmacéutico, pilar fundamental de la Primaria.
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