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Lunes, 29 de febrero de 2016   |  Número 76
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DALBAVANCINA NO APORTA VALOR ADICIONAL
La Aemps da cuatro de cal y una de arena en sus últimos IPT
Se trata de nivolumab, pembrolizumab, siltuximab, dalbavancina y olaparib

Javier Barbado. Madrid
La Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps) ha emitido cinco informes de posicionamiento terapéutico (IPT) sobre sendos medicamentos, en concreto dos inmunooncológicos con buenos resultados para el melanoma (nivolumab y pembrolizumab); dos antibióticos para enfermedad de Castleman (siltuximab) e infección cutánea (dalbavancina) y un inhibidor enzimático indicado en carcinoma de ovario (olaparib).

César Hernández, jefe de Medicamentos de Uso Humano de la Aemps.

En el caso de nivolumab (comercializado por Bristol-Myers Squibb) y pembrolizumab (MSD), los IPT precisan que los resultados de supervivencia únicamente permiten hacer comparaciones a corto plazo (12 meses) no hallándose evidencias que puedan sugerir diferencias entre ambos medicamentos.   Ambos se consideran superiores a la quimioterapia e ipilimumab. En todo caso, ambos fármacos quedan muy bien posicionados con vistas al tratamiento del melanoma, la forma más agresiva de cáncer de piel.

Se trata de dos anticuerpos monoclonales de tipo inmunoglobulina G4 para la terapia farmacológica de la neoplasia, de modo que los resultados de supervivencia –se advierte en el informe– limitan a un año el periodo para establecer comparaciones de resultados en los enfermos. Con todo, se subraya que no existe, en efecto, evidencia científica de que uno se desmarque respecto al otro en su acción terapéutica, y los dos se consideran, de hecho, superiores tanto a la quimioterapia como al tratamiento con otro fármaco: ipilimumab.

En cuanto al antimicrobiano siltuximab (Janssen), la Aemps confirma su buen funcionamiento general en el abordaje de la hiperplasia de ganglios linfáticos o enfermedad de Castleman (si acaso matiza que la respuesta terapéutica es algo menor en un subtipo de la patología); fundamenta su eficacia en tres estudios que analiza con detalle, y concluye que no detecta, como organismo regulador, razones para alterar la financiación y precio fijados para este medicamento.

Con relación a dalbavancina (Actavis), el IPT lo considera como un fármaco innovador pero sin valor añadido a las alternativas preexistentes; tilda de aceptable su grado de seguridad y lo define como una alternativa terapéutica válida para el tratamiento de infecciones bacteriana aguda de piel y estructuras anexas frente a antibióticos como aptomicina, tigeciclina, linezolid y ceftarolina.

Por último, de olaparib (AstraZeneca) el informe se limita a subrayar algunas indicaciones clínicas del medicamento en cáncer de ovario, e incluso supedita su validación a los resultados de un estudio por realizar.

 

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