Eduardo Ortega. Madrid
A pesar de que sigue sin ser una enfermedad curable, los avances farmacológicos logrados durante los últimos 30 años han logrado que el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (sida) provocado por el virus de inmunodeficiencia humana (VIH) sea una dolencia cronificable. Los siguientes pasos en las terapias se están dando en la dirección de reducir los ‘cócteles’ de medicamentos para mejorar la adherencia de los pacientes y, de hecho, hasta el 30 por ciento de ellos (al menos en España) estaría en condiciones de ser tratado con monoterapia.
Enrique Ortega, Antonio Fernández y Josep Malollas.
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Esto es posible, al menos, con Rezolsta, un fármaco de Janssen que combina el inhibidor de la proteasa darunavir junto a un nuevo potenciador, cobicistat, caracterizado por un favorable perfil de tolerabilidad y una menor capacidad para generar interacciones con otros fármacos, por su metabolismos más específico. “Puede estar sobre la mesa en todos los pacientes, al inicio del tratamiento o para simplificarlo”, señala Josep Mallolas, consultor senior del Servicio de Infecciones del Hospital Clínic de Barcelona. “Y entre el 20 y el 30 por ciento de los pacientes españoles se podrían beneficiar de este producto en monoterapia”, indica.
El especialista explica que el objetivo es, precisamente, reducir al mínimo la cantidad de medicamentos que tienen que consumir los pacientes, dado que con ello se logra “lo más importante en VIH: la adherencia. Rezolsta tiene ventaja en este terreno, y ofrece una total seguridad a los pacientes. Incluso en casos de ‘olvidos’ de tomas el paciente no generará resistencias”, informa Enrique Ortega, jefe del Servicio de Enfermedades Infecciosas del Hospital General Universitario de Valencia.
Con todo, Mallolas indica que lo que representa el producto de la multinacional americana (que ya se puede encontrar en España, con financiación pública), “no es un cambio, sino profundizar en que el paciente tome el menor número de pastillas posibles al día. Eso lleva a que haya menor toxicidad y menos efectos secundarios, a un precio más barato”, además de a poder reducir costes en algunos departamentos como en el de farmacia hospitalaria.
Importancia del diagnóstico
Sin embargo, ambos especialistas, durante la presentación del fármaco de la multinacional americana, han querido poner el foco en la necesidad de poner medidas contra el infradiagnóstico del VIH en España, que suponen entre el 15 y el 30 por ciento del total. “Se trata de una condición estigmatizadora y suele evitarse tratarla por los problemas sociales que suele generar”.
Con todo, Ortega clama por que se incentive, sobre todo, el diagnóstico precoz, dado que de ello va a depender lo avanzada que esté la enfermedad. “El mejor favor que le puede hacer un médico al paciente es pedirle que se haga la prueba del VIH, y si es a tiempo, más todavía”, asegura.
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