Redacción. Madrid
El análisis del Comité Científico de Seguridad de los Consumidores de la Comisión Europea no ha terminado de despejar las dudas sobre la relación entre triclosán y la resistencia a antibióticos, debido a que “no hay información suficiente que permita realizar un análisis de riesgo completo”.
|
Según la información de la CE, triclosán es ampliamente utilizado como conservante en productos de cuidado personal tales como cosméticos, jabones, desodorantes y en los dentífricos (para controlar la placa y mejorar la salud de las encías). En los centros de salud ayuda a prevenir y controlar las infecciones (está presente en jabones de manos, antisépticos y desinfectantes y también está integrado en las superficies de los dispositivos médicos, tales como material de sutura quirúrgica). También se agrega a muchos productos de uso doméstico, como detergentes y se incluye en algunos artículos como juguetes de niños, alfombras y textiles para evitar que los microorganismos crezcan en ellos.
La Comisión reconoce que algunos estudios de laboratorio han demostrado que cuando se exponen a triclosán, las bacterias pueden desarrollar resistencia a los antibióticos. “Si tal resistencia se produce en situaciones reales podría tener graves consecuencias para la salud pública”, afirma.
Concluye que hasta la fecha, no hay evidencia de que el uso de triclosán conduzca a un aumento en la resistencia a antibióticos. Sin embargo, “es demasiado pronto para decir que la exposición triclosán nunca conduce a la resistencia microbiana, ya que no hay todavía información suficiente para hacer un análisis de riesgo completo”.
A fin de preservar el papel de triclosán en el control de infecciones e higiene, la Comisión “sólo puede recomendar su uso prudente”, por ejemplo, que se limite sus aplicaciones a cuando su beneficio para la salud sea probado.
|