Francesc Moreu y Emilio Monte Boquet.
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Eduardo Ortega Socorro. Málaga
El farmacéutico hospitalario se enfrenta a tiempos de cambio, unos en los que está obligado a evolucionar. Para ello, debe cambiar su estructura y acercarse a los modelos de gestión clínica e incorporarse al proceso clínico. “Es el futuro de la profesión y un servicio social a ejercer”, afirma Francesc Moreu, que ha sido gerente de los hospitales de Sant Pau, de Bellvitge y del General de Valencia, entre otras responsabilidades asumidas en el sistema nacional de salud.
El ahora profesor de la Universidad de Barcelona indica que, en el contexto de crisis, “la farmacia hospitalaria es como el jamón del sándwich y está en una posición complicada”, presionada por la industria por un lado y por la Administración por el otro. Por ello llama a “reformular los servicios de farmacia” con los objetivos antes citados, “para atender no solo a los que entran en un hospital, sino a todos los pacientes que correspondan a una población y a un territorio”.
Durante su intervención en el 58ª Congreso de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), ‘Nuevos modelos de gestión: Retos y oportunidades para el farmacéutico de hospital’, también indica que habría que “potenciar todos los elementos de formación en farmacoeconomía que permitan determinar de forma más exacta el coste-efectividad”. De hecho, no culpa “ a los gerentes de recurrir a esto mucho” y responsabiliza “ a los servicios de farmacia por no ser capaces de expresar por esta vía”.
Por otro lado, aunque considera que “la tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) podrían facilitar la organización y la forma de actuar”, advierte de que “la tecnocracia no vale de nada si no sabemos integrar la tecnología en los procesos asistenciales”.
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