Eduardo Ortega Socorro. Madrid
Para Miguel Ángel Calleja, vicepresidente y presidente electo de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), el camino para que la innovación farmacológica esté en el Sistema Nacional de Salud (SNS) pasa por nuevos acuerdos de financiación de medicamentos. Protagonista de más de una decena de acuerdos de riesgo compartido en Hospital Universitario Virgen de las Nieves de Granada, donde es jefe de servicio de Farmacia, considera que “el pago por resultados es el futuro. Me gustaría no pagar por cajas de medicamentos, sino por pacientes controlados. Tenemos que dar un giro hacia la vida real”.
Miguel Ángel Calleja.
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Miguel Ángel Calleja, presidente de la SEFH. De hecho, lamenta que “la elevada inversión que se hace en determinados medicamentos no vaya asociada a una demostración de sus resultados en salud”. En este sentido, añade que “el sistema sanitario debería invertir más en conocerlos. No evaluamos y tenemos que cambiar la cultura de este país en este sentido”.
Un giro que ya se está dando poco a poco, reconoce. Destaca las nuevas fórmulas de financiación emprendidas por las administraciones públicas durante los últimos años, aunque también tiene críticas. “Los techos de gasto tendría que ser por patologías, no por medicamentos”, objeta.
IPT: fórmula de equidad
Calleja aborda estas cuestiones en la conferencia de apertura de la VI Edición del Máster de Evaluación Sanitaria y Acceso al Mercado, de la Universidad Carlos III de Madrid. También tiene unas palabras sobre los informes de posicionamiento terapéutico (IPT), cuyo desarrollo avala, dado que considera que suponen una buena fórmula para que el acceso al medicamento sea equitativo en todo el territorio nacional.
¿Qué labor queda entonces para las comisiones de los hospitales que venían haciendo sus propias evaluaciones de los fármacos, y que ahora son reiterativas por el IPT? “Quedan para evaluar y acelerar el análisis de los resultados de esos fármacos”, una función que considera "fundamental".
Sin embargo, también tiene críticas y recuerda que, desde el punto de vista de la SEFH, los IPT deberían incluir evaluaciones económicas. Con todo, su propuesta pasa por “medidas nacionales que mejoren la equidad. No puede ser que en unos hospitales haya unos fármacos que no se encuentran en otros, y viceversa. No tiene sentido y no se sostiene”.
Asimismo, considera que la Farmacia Hospitalaria es “un aliado de la innovación”, sobre todo desde el punto de vista de la efectividad y la eficiencia. “Nosotros apostamos por los tratamientos individualizados y por la farmacogenética”. Apostilla: “Estamos locos por los biomarcadores”.
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