Redacción. Málaga
Recientemente, ha tenido lugar la celebración del encuentro 'Fharo 2015' en Málaga, la reunión de Farmacia Hospitalaria de Otoño, que ha sido coordinada por Alicia Lázaro, del Servicio de Farmacia del Hospital Universitario de Guadalajara y coordinadora del grupo Ghevi (Grupo de Atención Farmacéutica al paciente con Hepatopatías Víricas) de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), y Ramón Morillo, del Servicio de Farmacia del Hospital Virgen de Valme de Sevilla.
Alicia Lázaro.
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Según Alicia Lázaro, una de los responsables de coordinar la jornada, la reunión Fharo nace con la finalidad de ser un lugar de encuentro para compartir, participar, mostrar experiencias de nuestro trabajo diario como farmacéuticos hospitalarios en el entorno de las patologías víricas, en concreto en esta ocasión en la infección por el virus de la hepatitis C (VHC). “El objetivo fundamental, y que se ha conseguido, es que la reunión fuese muy dinámica y que los asistentes participasen, diesen su opinión y aprendamos unos de otros del trabajo que hacemos, con el fin último de proporcionar una atención farmacéutica de alta calidad y maximizar los resultados del tratamiento en los pacientes que atendemos.
Para ello además, hemos contado con la participación de compañeros no farmacéuticos, porque creemos que el mejor resultado se consigue conociendo lo que hacemos cada uno de las personas que trabajamos alrededor de los pacientes y trabajando todos de una manera unida y coordinada”.
La primera jornada contó con la presencia de destacados expertos internacionales en esta área. Zobair Younossi (Hospital Inova, Washington DC) señaló, en este sentido, la importancia de conocer la perspectiva del paciente ante un determinado tratamiento a través de los conocidos como ‘Resultados en Salud Percibidos por el Paciente’ (Patient Related Outcomes). Estos resultados, que se traducen como la valoración directa de la salud del paciente, son clave para determinar el beneficio neto y el valor de una terapia para la hepatitis C, marcando la diferencia entre eficacia y efectividad.
Younossi destacó que el uso de regímenes libres de interferón se asocia de manera clara a una mayor calidad de vida y un aumento de la productividad en el trabajo según demuestran los últimos estudios. Pero además, la no necesidad de ribavirina de algunos tratamientos supone una mejora adicional en esa calidad de vida, incluso en pacientes con fibrosis hepática poco avanzada, de acuerdo con este experto.
La sesión posterior corrió a cargo de Fionna Marra, farmacóloga de la Universidad de Liverpool. En su conferencia sobre farmacología clínica, perfil DDI y medicamentos para la hepatitis C, Marra detalló el perfil de interacciones de los nuevos antivirales de acción directa y destacó como aventajados, por presentar un menor número de interacciones medicamentosas, los fármacos que no utilizan los citocromos hepáticos como una vía de metabolización, como es el caso de Harvoni.
La tercera y última sesión del viernes, impartida por Edward Cachay del Centro Médico de San Diego (California), giró en torno a la importancia del trabajo multidisciplinar entre clínicos y farmacéuticos a la hora de individualizar el tratamiento del VHC en pacientes coinfectados con Hepatitis C y VIH. Cachay resaltó la necesidad de un abordaje integral que tenga en cuenta no sólo la patología hepática y el VIH, sino el número de fármacos que toma el paciente con o sin receta médica y las posibles barreras a la adherencia.
El farmacéutico hospitalario, fundamental
En este sentido, disponer de un tratamiento como Harvoni de un único comprimido al día, que además ofrece la posibilidad de acortar la terapia a 8 semanas en pacientes genotipo 1 sin tratamiento previo y sin comprometer la eficacia, ha supuesto un claro avance. Cachay destacó la labor del farmacéutico hospitalario como fundamental para conseguir la curación de estos pacientes.
La siguiente jornada se centró en analizar los diferentes criterios para seleccionar un esquema concreto de tratamiento para el VHC. La mañana contó con una nutrida y diversa representación de expertos nacionales que exploraron los problemas cotidianos de los pacientes, la gestión del cambio y la visión 360º de la hepatitis C. Entre otras conclusiones, se puso sobre la mesa que aunque la eficacia pueda parecer similar entre los distintos tratamientos actualmente disponibles, existen importantes diferencias que son críticas tanto para los pacientes como para los clínicos y farmacéuticos, como son el número de comprimidos que contiene el régimen, la no necesidad de ribavirina, el control de las interacciones farmacológicas, los efectos adversos o el impacto sobre la calidad de vida del paciente. |