F. E. Madrid
El IMI (Iniciativa de Medicamentos Innovadores) lanza su cuarta convocatoria de propuestas de investigación para colaborar en siete nuevas áreas de salud pública. La Unión Europea aportará un máximo de 105 millones de euros para los proyectos más destacados, financiación que será igualada por la patronal europea de la industria farmacéutica Efpia.
Michel Goldman.
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La convocatoria se centra en vincular los datos de los pacientes para el descubrimiento de terapias más específicas; la gestión del conocimiento de los datos experimentales para que se traduzcan en medicamentos; las complicaciones de la obesidad; la predicción de la enfermedad de Alzheimer y otras demencias; la administración de fármacos por nanotransportadores; la sostenibilidad de la producción de fármacos químicos; células madre para el descubrimiento de fármacos, y la comprensión el comportamiento de los medicamentos en el cuerpo humano.
Michel Goldman, director ejecutivo del IMI, ha señalado que esta iniciativa “está cambiando la forma en que se lleva a cabo la investigación farmacéutica, mediante la vinculación de los equipos académicos, las pequeñas y medianas empresas, de las organizaciones de pacientes y los organismos reguladores con las grandes compañías farmacéuticas, a través de proyectos de colaboración con el sello del IMI”.
Ha añadido que “este enfoque innovador está demostrando su éxito en los 23 proyectos que ya están produciendo resultados impresionantes. Esto nos permite confiar en que la cuarta convocatoria dé lugar a un nuevo conjunto de proyectos ‘que cambien las reglas del juego’ en áreas clave de la investigación en salud”.
Objetivos de los proyectos IMI
El objetivo de los proyectos IMI se centran en nuevos métodos y herramientas que permitan a todo el sector acelerar el desarrollo de tratamientos más seguros y eficaces para los pacientes, más que en el desarrollo de nuevos fármacos como tal.
Goldman ha agregado que “hay una clara necesidad de colaboración abierta en la investigación pre-competitiva, con el fin de impulsar la innovación en salud, para aumentar la competitividad de la investigación en productos farmacéuticos en Europa, y para desarrollar medicamentos mejores, más seguros y más eficaces para los pacientes. Aumentando la comprensión de los mecanismos de la enfermedad y las diferencias individuales entre los pacientes, una medicina más personalizada se está haciendo realidad”.
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