Redacción. Madrid
Un estudio de seguimiento a largo plazo, el ‘Heart Protection Study’ (HPS), publicado en la revista ‘The Lancet’ , muestra que los beneficios del tratamiento con estatinas (es decir, la reducción de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades vasculares) se incrementa con su uso continuado y se mantiene durante varios años después de haberlo detenido. Además, ofrece la tranquilidad de que son seguras, sin un aumento en la incidencia de cáncer o de morbilidad o mortalidad con otras enfermedades no-vasculares, en un período de seguimiento de 11 años.
Richard Bulbulia.
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Por lo tanto, el artículo afirma que los pacientes que están en mayor riesgo de eventos cardiovasculares deberían comenzar inmediatamente el tratamiento con estatinas y su continuación a largo plazo. El artículo es del Heart Protection Study Group, De la Unidad de Ensayos Clínicos de Oxford, Reino Unido.
En el HPS, a más de 20.000 pacientes con mayor riesgo de enfermedad vascular se les asignaron aleatoriamente 40 mg de simvastatina al día o placebo, durante unos 5 años, y el análisis de este ensayo mostró una clara evidencia en la reducción de LDL colesterol en alrededor de 1 mmol /L, además, de una reducción en el riesgo de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades vasculares en alrededor de un 25 por ciento. Sin embargo, la eficacia a largo plazo y la seguridad de las estatinas siguen siendo objeto de debate.
Por lo tanto, desde el final de este estudio randomizado, a todos los participantes supervivientes del HPS se les dio seguimiento por un período de 6 años más, durante el cual el uso de estatinas y las concentraciones de colesterol en la sangre fueron similares en ambos grupos.
Según los investigadores hay dos conclusiones importantes. En primer lugar, la reducción sustancial de ataques cardiacos fatales y no fatales, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades vasculares visto entre los participantes asignados a simvastatina durante el período de prueba de cinco años mantuvo prácticamente sin cambios durante el período posterior, en el que siguieron con el mismo tratamiento.
Christopher P. Cannon.
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En segundo lugar, durante un total de 11 años de seguimiento, no hubo evidencia de que la asignación de simvastatina se haya asoció con la aparición de “peligros”. No hubo aumento de la incidencia de cáncer o de mortalidad en enfermedades no-vasculares.
Richard Bulbulia, uno de los autores del estudio, asegura que “la persistencia de beneficio que se observó entre los participantes originalmente asignados a simvastatina durante los siguientes seis años al primer ensayo es notable. Además, la evidencia confiable de la seguridad. Es muy tranquilizador para los médicos que prescriben estatinas y para el número cada vez mayor de pacientes que las toman a largo plazo para reducir el riesgo de enfermedad vascular”.
En un comentario relacionado, Christopher P. Cannon, de la División Cardiovascular del Hospital Brigham and Women de Boston (Estados Unidos), señala que “ahora hay evidencia fuerte de que la prolongación de el tratamiento con estatinas es de hecho eficaz, seguro y tiene efectos beneficiosos a largo plazo, incluso después de suspender el tratamiento. Por esta razón, la preocupación debe dejarse a un lado y los médicos deberían sentirse tranquilos por la seguridad a largo plazo de este tratamiento que salva vidas de los pacientes con mayor riesgo cardiovascular”.
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