Redacción. Madrid
Los fármacos betabloqueantes, usados comúnmente para tratar la presión arterial alta, juegan un importante papel en retrasar la progresión de algunos cánceres graves, según un nuevo estudio publicado en ‘Cancer Epidemiology, Biomarkers & Prevention’.

Ron Glaser.

Una revisión de miles de casos del Registro de Cáncer Danés ha mostrado que los pacientes con melanoma que estaban tomando un betabloqueante tuvieron una tasa de mortalidad mucho más baja que los pacientes que no lo hacían. Si los resultados son confirmados con un ensayo clínico específico, podría ser un tratamiento adyuvante para pacientes con cáncer de mal pronóstico, según los autores.

La investigación fue llevada a cabo por un equipo de expertos del Instituto para la Investigación de Medicina del Comportamiento (MCIR) de la Universidad de Ohio y por el Centro Integral del Cáncer.

En el centro de esta investigación está el hecho de que ciertas moléculas que juegan un papel importante en el que el sistema inmunológico parecen promover tanto el crecimiento tumoral y la metástasis, así como que el tejido tumoral se propague a otras partes del cuerpo.

“El trabajo se inició con algunos estudios anteriores en los que se descubrió que ciertas células tumorales tenían receptores para dos hormonas específicas del estrés, la adrenalina y noradrenalina”, explica Ron Glaser, director del MCIR.

“Cuando cualquiera de estas hormonas se unen a los receptores de las células del tumor, estimulan la producción del factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), la interleucina-8 (IL-8), la interleucina-6 (IL-6) y algunas metaloproteínas de la matriz; todas ellas moléculas conocidas para estimular el flujo sanguíneo a los tumores, mejorando su crecimiento y promoviendo su metástasis".

Los primeros estudios utilizaron una línea celular de carcinoma nasofaríngeo, y más tarde líneas celulares de mieloma múltiple y de melanoma. Cuando fueron tratadas con el betabloqueante propranolol, todas las células dejaron de producir moléculas tumorales. Otro trabajo posterior mostró resultados similares con tejidos de cáncer de ovario.

Stanley Lemeshow, decano de la Facultad de Salud Pública de Ohio, utilizó una gran base de datos danesa, que incluía registros de todos los pacientes con cáncer desde hace décadas, así como los registros de todos los medicamentos prescritos para los pacientes.

Los investigadores examinaron los pacientes con melanoma que habían tomado betabloqueantes y aquellos que no para determinar si había diferencias en la supervivencia. “Entre los pacientes con diagnóstico de melanoma, los que tomaban betabloqueantes cuando se le diagnosticó al cáncer experimentaron una supervivencia mayor que aquellos que no los tomaban”, afirma Lemeshow.

"Sus posibilidades de sobrevivir por un número determinado de años mejorada en un 13 por ciento", agrega. Además, señala que analizando todas las causas de muerte entre pacientes con melanoma “sus posibilidades de supervivencia mejoraron un 19 por ciento”.

Eric Yang, coautor del estudio, señala que la epinefrina y norepinefrina pueden estimular o inducir la producción de estas moléculas de “promoción tumoral”.

Este grupo de investigadores prepara ya un ensayo clínico específico para probar sus descubrimientos.