Eduardo Ortega Socorro. Madrid
La Organización Mundial de la Salud (OMS) acaba de renovar su lista de medicamentos esenciales, un archivo en archivo que recoge productos con los que se cubren las necesidades de atención de salud prioritarias de la población y cuya selección se hace atendiendo a la prevalencia de las enfermedades y a su seguridad, eficacia y coste/eficacia comparativa de cada fármaco.
Margaretl Chan, directora general de la OMS.
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En esta ocasión, en el listado han entrado 36 nuevos medicamentos, y entre ellos se encuentran algunos de los anticuerpos monoclonales más usados por la clase médica en los últimos años, como trastuzumab y rituximab. Sin embargo, la presencia más destacada es la de daclatasvir (de BMS); ledipasvir más sofosbuvir (Harvoni, de Gilead); ombitasvir, paritaprevir, ritonavir con o sin dasabuvir (todos ellos de Abbvie); simeprevir (de Janssen), y sofosbuvir (Gilead), todos ellos fármacos contra la hepatitis C para los que la OMS reclama “tomar acciones a nivel global para hacer de estos medicmentos más accesibles y asequibles” .
“Aunque se han hecho algunos esfuerzos para reducir su precio en los países de bajos ingresos, sin estrategias uniformes para hacer que estos medicamentos sean más asequibles a nivel mundial el potencial de beneficios en materia de salud pública se reducirá considerablemente", indica Marie-Paule Kieny, directora general adjunta de la OMS, en Reuters.
Hay que recordar que ya hay en marcha varias iniciativas de la industria farmacéutica on este fin. Gilead ha pactado precios ‘especiales’ para su sofosbuvir en países en vías de desarrollo y ha acordado su producción en India con compañías de genéricos nacionales a un coste más reducido para facilitar su acceso en estos estados.
Sin embargo, estas medidas son claramente insuficientes de cara a la opinión pública, dado que en los países desarrollados los precios de estos productos siguen siendo alarmantemente elevados. De hecho, las ventas de estos medicamentos son los principales responsables de que el mercado farmacéutico de Estados Unidos creciera más de un 13 por ciento en valores el año pasado. No en vano, cada píldora de sofosbuvir tiene un coste de 1.000 dólares en el mercado estadounidense.
A esta situación no es ajena España, que vive en pleno periodo electoral. Aunque a día de hoy casi todos estos productos están financiados por el sistema público en incluidos en la estrategia nacional de hepatitis C, partidos como Podemos y Unión, Progreso y Democracia (UPyD) ha reclamado en reiteradas ocasiones que el Estado expropie las patentes y estos fármacos se puedan fabricar y vender como genéricos, y a precio de genérico, claro. |