Javier Barbado / Imagen: Adrián Conde. Madrid
La Asociación Española de Pediatría (AEP) ha configurado un grupo de trabajo sobre calidad asistencial y seguridad en el paciente, que, entre sus cometidos, incluye como propuesta la creación de un registro “nacional e interautonómico” de eventos adversos en el niño a cargo del Ministerio de Sanidad, listado de incidencias “que podría ser anónimo como sucede en Canadá”, según han declarado el coordinador del equipo, Antonio Urda; el presidente del Comité de Congresos de la institución, Antonio Jurado; y el propio presidente de la AEP, Serafín Málaga.
De izq. a dcha.:Antonio Jurado, presidente del Comité de Congresos de la AE ; Serafín Málaga, presidente de la institución; y Antonio Urda, coordinador del Grupo de Trabajo de Calidad Asistencial y Seguridad en el Paciente.
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La iniciativa coincide con el reconocimiento expreso de la Organización Mundial de la Salud (OMS) a la seguridad de la asistencia pediátrica en España por medio de la coordinadora en el Programa de Seguridad del Paciente del organismo internacional, Itziar Larizgoitia, quien, al mismo tiempo, precisó que “en el sector sanitario, los sistemas de notificación son aún muy incipientes, en parte porque es necesario que haya marcos legales que protejan la notificación”.
Este mismo argumento fue refutado por Urda, quien mostró la voluntad de la AEP de extender los indicadores de calidad internacional “a todo el proceso asistencial” en este caso del niño, es decir, desde que los padres salen con él de casa al centro de salud hasta que le atienden en el hospital y se recupera después. De acuerdo con los datos ofrecidos por Urda, entre el dos y el siete por ciento de los pacientes pediátricos puede sufrir una reacción indeseable al medicamento durante el proceso, pero los eventos adversos incluyen asimismo otras circunstancias como errores administrativos o accidentes. En este sentido, se sabe que menos del diez por ciento de estas situaciones se notifica en la comunidad internacional, y, en el caso concreto de la pediatría, “apenas existen unos 18 indicadores de calidad, y algunos de ellos extraídos de los que se aplican a la población general”, apuntó Urda.
Historia clínica electrónica
Otras propuestas que baraja la AEP según este miembro de su Junta Directiva son la historia clínica electrónica unificada tanto en las consultas médicas hospitalarias como en los centros de salud; la elaboración de un listado de medicamentos de alto riesgo con un etiquetaje de fármacos sencillo –en relación con este punto, el presidente, Serafín Málaga, anunció que, en breve, la entidad dará a conocer la edición de un nuevo vademécum pediátrico–; claridad en los prospectos y correcta identificación del enfermo, aspecto en el que “la seguridad en casi todos los hospitales del mundo es muy alta”, en concreto en el caso del neonato, al que se le pone una pulsera codificada (y otra a la madre) y se le toman las huellas dactilares en un proceso en el que no queda apenas margen para el error.
Por último, Málaga recordó que España figura entre las naciones con menor tasa de mortalidad infantil (3,53 por cada mil recién nacidos), y su colega Urda matizó que, en el entorno anlgosajón y en países como Inglaterra, algunas condiciones de calidad asistencial pediátrica son menos óptimas que las españolas, como, por ejemplo, la atención directa del niño por un especialista en el primer nivel asistencial dentro del sistema sanitario público. |