José Luis Poveda.
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Marcos Domínguez. Madrid
En el seno del Consejo General de Farmacéuticos se está discutiendo la posibilidad de que medicamentos que antes se dispensaban en oficina de farmacia y han pasado a hacerlo en el hospital regresen a la botica.
La razón que se esgrime es que la oficina de farmacia es el establecimiento sanitario más cercano para los pacientes. Para que este paso no implique un problema económico a las administraciones, se están planteando propuestas como cobrar por dispensación en lugar de hacerlo por margen de beneficio.
Carmen Peña, presidenta del Consejo General de Farmacéuticos.
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Sin embargo, para los farmacéuticos de hospital no se trata de la dispensación, sino de que “las consejerías de Sanidad han considerado que estos medicamentos necesitaban unas condiciones especiales para el seguimiento de los pacientes y su control”, explica José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH). “Desgraciadamente”, continúa, “hacerlo hoy día en la oficina de farmacia es bastante difícil porque no pueden acceder a la historia clínica”.
Coordinación con el equipo asistencial
Para él no se trata de un debate sobre la cercanía, sino de “ser capaz de hacer un seguimiento farmacoterapéutico de forma coordinada con el equipo asistencial”, y esa es la razón por la que estos fármacos han entrado en un entorno especializado en lugar de en la Atención Primaria.
“Es bastante improbable que el modelo de hospital se pueda trasladar a la oficina de farmacia”, continúa Poveda, que se muestra partidario de que se pongan en marcha acuerdos de colaboración con la botica, que junto a la potenciación de los servicios profesionales en la farmacia comunitaria “sería un primer punto para ahondar en un modelo de atención farmacéutica que favorezca la continuidad asistencial”. Pero antes tendrán que desarrollarse plenamente ese catálogo de servicios profesionales.
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