Redacción. Madrid
El Comité de Medicamentos de Uso Humano (CHMP, por sus siglas en inglés), dependiente de la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés), ha recomendado autorizar la comercialización de ibrutinib (Imbruvica), comercializado por Janssen para el tratamiento de dos tipos de cáncer hematológico.
Francesc Bosch.
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En concreto, la recomendación es para tratar a pacientes adultos con linfoma de células del manto (LCM) en recaída o refractario, de pacientes adultos con leucemia linfática crónica (LLC) y que han recibido al menos un tratamiento previo, o como tratamiento en primera línea de pacientes con LLC con deleción 17p o mutación del gen TP53 en pacientes en los que la inmuno-quimioterapia no se considera apropiada.
El desarrollo de ibrutinib se lleva a cabo a través de la colaboración entre las compañías Janssen y Pharmacyclics Switzerland GmbH. Ahora bien, una vez aprobado, la compañía integrada en el Grupo Johnson & Johnson lo comercializará en Europa, Oriente Medio y África, así como en el resto del mundo, excepto en Estados Unidos, donde lo harán ambos laboratorios.
La opinión positiva del CHMP se ha basado en los datos obtenidos del estudio fase III ('Resonate' PCYC-1112) y del estudio fase Ib-2 ('PCYC-1102') en LLC, y del estudio fase II ('PCYC-1104') en LCM. Ibrutinib es una nueva molécula en investigación que podría ofrecer una nueva forma de tratamiento de estos tipos de cáncer hematológicos, como parte de una clase de fármacos denominados inhibidores de la tirosina quinasa de Bruton (BTK). De hecho, los estudios han mostrado que ibrutinib actúa bloqueando la BTK, una proteína que ayuda a determinadas células cancerosas a vivir y crecer.
Cambio radical en tratamiento
"Supone un cambio radical en el paradigma del tratamiento de estas enfermedades. En algunos casos la inmunoquimioterapia clásica será sustituida por fármacos como ibrutinib que van dirigidos a dianas terapéuticas específicas. Para el paciente supone la posibilidad de recibir un tratamiento con fármacos orales que permiten controlar la enfermedad sin los efectos adversos de la quimioterapia clásica", ha comentado el presidente del Grupo español de Leucemia Linfática Crónica (Gellc), Francesc Bosch.
Asimismo, prosigue, los estudios han demostrado que este fármaco controla la enfermedad en la mayoría de pacientes, especialmente en aquellos con LLC de peor pronóstico. "Esto supone un aumento de más de un año en la supervivencia libre de progresión, con el seguimiento que hay de los estudios hasta la fecha", ha apostillado.
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