Félix Espoz. Madrid
Bajo el nombre ‘Contribución de los medicamentos a la gestión hospitalaria’, Javier Maldonado, gerente del Hospital Universitario Ramón y Cajal de Madrid, analizó en el Congreso Nacional de Hospitales las líneas estratégicas del centro que dirige en las que se contempla la integración del farmacéutico en los equipos asistenciales de toma de decisiones.
Javier Maldonado.
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Maldonado ha señalado que, según como recoge el plan estratégico del hospital, “el medicamento debe aportar valor”, y para ello es clave “que la gerencia lidere este proceso y el liderazgo férreo del Servicio de Farmacia en relación con una comisión que es útil, que existe en todos los hospitales y que tiene una responsabilidad: la Comisión de Farmacia y terapéutica”.
Con este planteamiento se pretende “mejorar la calidad de la atención farmacéutica y que el Servicio de Farmacia sea un referente nacional”, ha añadido, si bien es consciente que este camino “ni es neutro ni es gratis”.
“En poco tiempo el hospital ha pasado a tener un 100% prescripción electrónica, de dosificación unitaria y de sistemas automatizados y todo ello ha ido aportando valor a la organización y ha mejorado el servicio que estamos prestando”, ha añadido.
Las líneas estratégicas del Ramón y Cajal, ha agregado el gerente, pasan por la seguridad, la innovación tecnológica, la gestión farmacoterapéutica, la gestión de adquisiciones de fármacos y la investigación.
En referencia a la gestión farmacoterapéutica, Maldonado ha manifestado que “la Comisión de Farmacia, desde siempre, ha hecho un papel asesor para la dirección y tiene un papel clave con los subgrupos correspondientes por ejemplo en indicaciones no aprobadas en ficha técnica. Ahí se tienen que tomar las decisiones. No puede ser que una decisión de ese tipo se ponga sobre la mesa de un director médico o de un gerente. Son decisiones que deben asumir los profesionales”.
Además, ha agregado, que hay que “apostar por el Servicio de Farmacia. Esto tendrá que ver con el peso en la organización que tenga la gestión del medicamento y cuáles sean sus frutos”. Por este motivo, es “clave la integración del farmacéutico en los equipos asistenciales. Si queremos optimizar los tratamientos, aumentar el nivel de salud de la población, medir el impacto en resultados, mejorar el acceso en los recursos necesitaremos profesionales cualificados”.
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