Redacción. Madrid
“La esclerosis múltiple (EM) tiene en España una incidencia anual de 3-5 casos/100.000 habitantes y una prevalencia de al menos 80 casos/100.000 habitantes, de forma tal que, en nuestro país sufren la enfermedad unas 40.000 personas y es la enfermedad neurológica crónica invalidante más frecuente en adultos jóvenes”, ha explicado Óscar Fernández, director del Instituto de Neurociencias Clínicas y jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario Carlos Haya de Málaga.
Óscar Fernández.
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Estas cifras las ha aportado en su conferencia sobre las nuevas formas de tratamiento de la esclerosis múltiple dentro de la XXXIV Reunión Anual de la Sociedad Andaluza de Neurología (SAN).
“En el momento actual pueden distinguirse varias líneas terapéuticas. En la primera están los inmunomoduladores (interferón beta, acetato de glatirámero, inmunoglobulina G intravenosa y plasmaféresis). Se ha concluido un estudio recientemente, tras el primer episodio clínico de la enfermedad, que demuestra la utilidad del IFNB-1ª sc una o tres veces por semana, lo que permitirá ampliar el abanico de dosis disponibles para tratar a los pacientes desde el principio de la enfermedad. La eficacia es mucho mayor cuanto antes se inicie el tratamiento”, ha agregado el experto.
“En la segunda línea están los inmunosupresores, tanto registrados (natalizumab, mitoxantrona, azatioprina) como no registrados (metotrexato, ciclofosfamida). Recientemente se ha descrito una determinación analítica que permite el empleo con seguridad de natalizumab, fármaco muy eficaz, lo que contribuirá a mejorar el tratamiento de la esclerosis múltiple de inmediato. En la tercera línea se localizan la terapia combinada y el trasplante autólogo de médula ósea, que puede emplearse en la clínica en casos de mala evolución, cuando hayan fracasado los demás tratamientos”, ha agregado Fernández.
Por último, en la cuarta línea, están las terapias menos desarrolladas: la neuroprotección y la terapia con células madre, de las que se desconocen tanto la eficacia como la toxicidad, por lo que deben considerarse, a día de hoy, tratamientos meramente experimentales.
Recientemente la Agencia Europea del Medicamento (EMA) ha aprobado el fingolimod para su utilización como fármaco de segunda línea, que supondrá una importante innovación, al tratarse del primer fármaco moderno por vía oral y presentar datos de eficacia y seguridad muy notables. Sobre este tema ha hablado también Guillermo Izquierdo, quien ha asegurado que “este tratamiento ha demostrado una eficacia superior a los inmunomoduladores convencionales, con un perfil de seguridad muy bueno a corto-medio plazo”.
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