Redacción. Madrid
Investigadores de las universidades escocesas de Aberdeen y Edimburgo, en Reino Unido, aseguran que los médicos tienen dudas a la hora de recetar paracetamol en niños, tras haber comprobado que con frecuencia se prescriben dosis inadecuadas según la edad del menor.

James McLay.

Así se desprende de un estudio publicado en el último número de la revista ‘British Journal of Clinical Pharmacology’, cuyos autores advierten de que, en virtud de la dosis utilizada, este fármaco puede resultar insuficiente para el alivio del dolor o dañino para el hígado, en caso de que administre en cantidades superiores a las recomendadas.

“Dar la dosis correcta puede llegar a ser aún más complicado, sobre todo teniendo en cuenta que los padres luego pueden dar a sus hijos el paracetamol que consideren”, explica James McLay, autor del estudio, lamentando estas conductas ya que en el caso de los niños hay que tener en cuenta tanto la edad como el peso del menor a la hora de usar el paracetamol.

En el estudio participaron un total de 35.839 niños de cero a 12 años, de los cuales a 2.761 se les habían prescrito 4.423 recetas de paracetamol a lo largo de 2006.

Sin embargo, observaron que casi uno de cada 20 niños había recibido una dosis superior durante este periodo, una proporción que se incrementaba hasta uno de cada cuatro en niños menores de tres años.

Al mismo tiempo, en torno a un 25 por ciento de los niños de 6 a 12 años recibían una dosis menor de lo recomendado, mientras que también comprobaron que hasta una de cada ocho recetas no especifican la dosis a utilizar.

“Este estudio es el primero que analiza los patrones de prescripción de paracetamol por los médicos de cabecera, resultando preocupante que más de la mitad de las prescripciones no cumplía con las recomendaciones de las guías de práctica clínica”, explica el autor.

McLay y su equipo creen que los profesionales sanitarios juegan un papel importante a la hora de ayudar a sus pacientes a usar éste y otros fármacos de forma racional y segura, reclamando además una mayor concienciación para evitar que se piense que su uso en niños es inofensivo.