Redacción. Madrid
El cáncer de páncreas es una de las formas más letales de cáncer, con sólo el 6 por ciento de los pacientes que sobreviven cinco años después del diagnóstico. Ahora, el Cold Spring Harbor Laboratory (CSHL) y la Fundación Lustgarten, en Nueva York, Estados Unidos, anuncian conjuntamente el desarrollo de un nuevo modelo para hacer crecer células pancreáticas normales y cancerosas en el laboratorio. Su trabajo ofrece el potencial de cambiar la forma en la que se realiza la investigación del cáncer de páncreas, permitiendo estudiar vías que conducen a esta enfermedad y buscar nuevos objetivos farmacológicos.
David Tuveson.
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En su trabajo publicado en Cell, el equipo de investigación describe un sistema de cultivo tridimensional de un "organoide" para el cáncer de páncreas. Codirigido por David Tuveson, profesor en CSHL y director de Investigación de la Fundación Lustgarten, y Hans Clevers, profesor y director del Instituto Hubrecht y presidente de la Real Academia Holandesa de Artes y Ciencias, el equipo desarrolló un método para hacer crecer tejido pancreático no sólo de modelos de ratones de laboratorio sino también a partir de tejido de pacientes humanos, abriendo un nuevo camino a enfoques de tratamiento personalizado en el futuro.
Toda la investigación del cáncer se basa en un suministro constante de células, normales y cancerosas, que se pueden cultivar en el laboratorio. Mediante la comparación de las células normales con las cancerosas, los científicos pueden identificar los cambios que llevan a la enfermedad, pero ambos tipos de células pancreáticas han sido extremadamente difíciles de cultivar en el laboratorio.
Además, las células ductales normales que son capaces de convertirse en cáncer de páncreas representan alrededor del 10 por ciento de las células del páncreas, lo que complica los esfuerzos por establecer claramente los cambios que ocurren durante el desarrollo del tumor. Hasta ahora, los expertos han sido totalmente incapaces de cultivar células ductales pancreáticas humanas normales bajo condiciones estándar de laboratorio.
Debido a estas limitaciones, la mayor parte de la investigación sobre el cáncer de páncreas se basa en modelos de ingeniería genética de ratón de la enfermedad, que pueden costar hasta un año generar. "Ahora, con este desarrollo estamos en condiciones de cultivar tanto organoides de ratón como humanos, proporcionando una herramienta muy poderosa en nuestra lucha contra el cáncer de páncreas", explica Tuveson.
Los organoides están completamente formados por células ductales, eliminando los tipos de células circundantes que a menudo contaminan muestras de páncreas. Crecen como esferas huecas dentro de una sustancia similar a un gel complejo lleno de factores que inducen el crecimiento y fibras de conexión.
Una vez que han crecido a un tamaño suficiente, los organoides pueden ser trasplantados en ratones, donde recapitulan completamente el cáncer de páncreas. "Ahora tenemos un modelo para cada etapa de la progresión de la enfermedad", celebra Chang-Il Hwang, uno de los principales autores que trabajan en el Laboratorio de Investigación del Cáncer de Páncreas de la Fundación Lustgarten en CSHL dirigido por el doctor Tuveson.
Acceso limitado a las muestras
Tradicionalmente, las células cancerosas son aisladas durante la cirugía o las autopsias. Desafortunadamente, aproximadamente el 85 por ciento de los pacientes de cáncer no son idóneos para la cirugía en el momento del diagnóstico, bien porque el tumor está entrelazado en la vasculatura crítica o porque la enfermedad ha progresado demasiado lejos, por lo que los investigadores han tenido un acceso limitado a las muestras de los pacientes.
La nueva investigación proporciona una forma para que los científicos hagan crecer organoides de material de biopsia, que es relativamente fácil de obtener. "Las biopsias son el estándar para el diagnóstico –subraya Dannielle Engle, también autora principal del artículo–. Ahora podemos generar rápidamente organoides de cualquier paciente, lo que nos ofrece la posibilidad de estudiar la enfermedad en una población mucho más amplia".
El equipo ahora está trabajando en coordinación con el Instituto Nacional del Cáncer para crear un repositorio de muestras de tumores de páncreas. "Esperamos ponerlo a disposición de toda la comunidad de investigación del cáncer de páncreas", dice Tuveson. Además, Lindsey Baker, también autora del documento, ha comenzado una "escuela de organoides" para otros investigadores y ya ha enseñado a seis laboratorios de todo el mundo esta técnica.
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