Redacción. Madrid
“Los servicios de Urgencias son un elemento esencial del sistema sanitario no exento de un alto riesgo de eventos adversos; de hecho, hasta el 70 por ciento de los errores de medicación que se producen en las Urgencias de los hospitales españoles se puede evitar”, ha explicado Ainara Campino, del Grupo de Trabajo Redfaster de Atención Farmacéutica en Urgencias de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), en el marco del VIII Curso de Gestión Integral del Medicamento en los Servicios de Urgencia Hospitalarios, celebrado en Madrid.
Ainara Campino.
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El principal objetivo de este curso consiste en identificar los puntos críticos del uso de medicamentos en el ámbito de Urgencias Hospitalarias para asegurar la calidad de la farmacoterapia que reciben los pacientes, en términos de seguridad y efectividad.
En este sentido, Rosario Santolaya, directora de este curso, ha asegurado que “los servicios de Urgencias son puntos de transición entre un ámbito asistencial y otro, y, por tanto, son puntos críticos dentro del sistema sanitario. Por otro lado, se trata de servicios en los que existe una cultura de trabajo en equipos multidisciplinares”.
Según el National Center for Health Statistics, en los servicios de Urgencias es donde se produce el mayor número de errores relacionados con la medicación: “Los últimos estudios ponen de manifiesto que hasta el 12 por ciento de los pacientes sufre algún incidente o acontecimiento adverso cuando son atendidos en Urgencias”. “Son frecuentes los errores que se producen por la omisión de medicamentos que tratan enfermedades de base, así como los errores de administración de los medicamentos no habituales, y éstos se evitarían mediante la disponibilidad de protocolos, fuentes de información accesibles, seguras y fiables y con la integración del farmacéutico en el equipo multidisciplinar del servicio de Urgencias”, ha explicado Campino.
El farmacéutico de hospital, especialista del medicamento
Los servicios de Urgencias se caracterizan por una elevada presión asistencial y tarea multitrabajo, dado que aquí se encuentran desde pacientes con patología leve de Atención Primaria hasta pacientes críticos, que requieren monitorización continua y tratamientos de alto riesgo intravenosos. “El farmacéutico de hospital es el facultativo capaz de manejar el amplio arsenal de medicamentos, según la gravedad del paciente atendido en Urgencias. No obstante, la formación continuada es indispensable para realizar una atención de calidad como farmacéuticos hospitalarios con especialización en determinadas áreas”, ha explicado esta experta.
La actividad del farmacéutico en un servicio de Urgencias se basa en tres pilares: gestión clínica (historia farmacoterapéutica, conciliación…), gestión de stocks y gestión de riesgos. En la atención al paciente hospitalizado se debe hacer conciliación en los momentos de transición: al ingreso, al alta, en los traslados y periódicamente. Según ha apuntado Campino, “el farmacéutico de Urgencias debe ser el profesional responsable de liderar el programa de conciliación”.
“El paciente que visita Urgencias tiene contacto con varios médicos de distintos niveles asistenciales y cada uno de ellos aborda diferentes problemas de salud. “Gracias a la historia de salud única (historia clínica electrónica, receta electrónica, etc.), cada vez es más accesible para todos los profesionales consultar la información clínica y farmacológica de los pacientes. Aun así, en lo que se refiere a los medicamentos que se emplean habitualmente, la entrevista farmacológica con el paciente o cuidador es una de las estrategias más fiables”, ha puntualizado.
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