Eduardo Ortega. Madrid
Los casos de artritis psoriásica están ‘in crescendo’. La prevalencia de esta enfermedad en España está entre el 0,2 y el 0,4 por ciento y los especialistas advierten de que “hay muchos casos sin diagnosticar, dado que es una dolencia con síntomas muy heterogéneos”, indica Juan Cañete, consultor senior de la Unidad de Artritis del Servicio de Reumatología del Hospital Clínic de Barcelona.
Esteban Daudén, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital de la Princesa de Madrid; Juan Cañete, consultor senior de la Unidad de Artritis del Servicio de Reumatología del Hospital Clínica de Barcelona, y Santiago Alfonso, director de Acción Psoriasis.
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Por ello, todo avance terapéutico es bienvenido por los profesionales. Este es el caso de ustekinumab (Stelara), de Janssen, un fármaco anti IL12/23, que supone un nuevo mecanismo de acción en esta dolencia, que hasta ahora se venía tratando con anti-TNF. “Se trata de un anticuerpo monoclonal totalmente humano, que se emplea en esta indicación con la misma dosis que en psoriasis”, indica Esteban Daudén, jefe de Servicio de Dermatología del Hospital de la Princesa de Madrid, quien añade que “mejora los síntomas de la artritis psoriásica y facilita la vida activa de los pacientes”.
Pero no son estas las únicas ventajas de este fármaco, que ya se venía empleando en psoriasis. “Reduce la progresión radiológica de la enfermedad y el proceso destructivo progresivo que genera”. También ha demostrado “una mejoría sostenida sin perder eficacia en el tiempo” y la recuperación del “movimiento articular”.
Estas cuestiones se han abordado durante la presentación de esta nueva indicación del fármaco de la compañía americana, en Madrid, en la que ambos especialistas han reconocido la necesidad de que reumatólogos dermatólogos colaboren para abordar esta patología. “Debemos trabajar en mejorar estas sinergias”, asegura Cañete, quien considera que a la hora de evaluar los fármacos se debería tener en cuenta no solo la contención del efecto inflamatorio de la enfermedad, sino también la calidad de vida del paciente.
Diagnóstico precoz
Esta colaboración resulta fundamental para un “diagnóstico y tratamiento precoz, que son esenciales, y desgraciadamente no tenemos un marcador analítico”. Y es que, recuerda, la aparición de artritis psoriásica no tiene por qué estar relacionada con el nivel de psoriasis que padezca el paciente.
Por otro lado, ambos profesionales aseguran que el tratamiento es coste-efectivo y que ninguno tiene problemas para su prescripción en los centros en los que trabajan. Sin embargo, Santiago Alfonso, director de Acción Psoriasis, asegura que el acceso a la medicación en la patología psoriásica no es equitativo en todas las regiones.
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