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Viernes, 18 de marzo de 2011   |  Número 1
PROFESIÓN
ISABEL NAVARRO, JEFA DE FARMACIA DEL USP hospital SAN CAMILO DE MADRID
La oficina de farmacia tendrá que aprender del hospital para aplicar las unidosis
El modelo de gestión privado es un ejemplo de racionalización del gasto farmacéutico para los hospitales público

Javier Leo / Imagen: Miguel Ángel Escobar. Madrid
Isabel Navarro, con cerca de 20 años de experiencia en el sector, dirige desde hace casi cuatro el servicio de Farmacia del USP Hospital San Camilo, una de las principales clínicas privadas de Madrid. Desde su experiencia, Navarro explica a la ‘Publicación de Farmacia Hospitalaria’, de Sanitaria 2000, cómo los nuevos proyectos de racionalización del gasto farmacéutico implantados por el Gobierno suponen una buena oportunidad para que la farmacia hospitalaria cobre protagonismo y sirva de ejemplo a las oficinas de farmacia (en la dispensación de las unidosis) o, desde la gestión privada, con nuevas fórmulas para reducir la factura farmacéutica pública.

¿Cuál es la labor del farmacéutico de hospital en una clínica privada?

La labor fundamental en el servicio de farmacia de un hospital privado es la gestión, la compra, la administración al paciente y la adecuación al medio más idóneo de todos los medicamentos. La distribución se realiza por dosis unitaria que, tras la correspondiente adecuación, facilita la validación, el seguimiento farmacoterapéutico y la trazabilidad del fármaco, con su principio activo, su dosis, su lote y su fecha de caducidad. Tenemos también un servicio de farmacotecnia, donde nos dedicamos a gestionar las formulas magistrales, además de participar en la elaboración de citostaticos.

Navarro habla sobre el nuevo sistema de unidosis.

El servicio de Farmacia del Hospital USP San Camilo también cuenta con una enfermera, que se dedica a la administración de los fármacos citostáticos, en el hospital de día. Esto hace que la relación tanto con la enfermería como con los pacientes sea muy estrecha, porque son pacientes que vienen, en general, cada tres semanas y acabas teniendo relación con ellos. También tenemos docencia en el hospital, recibimos a alumnos de prácticas de los últimos años de la universidad y alumnos de técnicos de laboratorio y de academias de formación.

¿Qué puede aprender la oficina de farmacia del hospital a la hora de dispensar las unidosis?

Al final lo que va a hacer la botica de la calle es copiar a la del hospital. En cualquier caso, si se tiene un tratamiento de tres pastillas al día durante una semana (21 dosis) no tiene sentido que los envases sean de diez ni de treinta. Lo que se está intentando hacer es adecuar la prescripción a la presentación de los medicamentos. El problema reside en la posibilidad de que se necesite abrir el blíster y dejar los envases a medias sin identificar. No obstante, las farmacias de la calle no parece que vayan a tener que abrir envases con esta nueva política.

Isabel Navarro, jefa de Farmacia del USP San Camilo.

¿Cuáles son las principales diferencias entre la farmacia de un hospital público y la de un centro privado?

Tanto los farmacéuticos de la pública como de la privada hemos recibido la misma formación. Ello implica que, después de pasar por la pública, todos intentamos adaptar la privada lo que conocemos, es decir, los protocolos, las comisiones de farmacia, la gestión de fármacos extranjeros, los usos compasivos, etc. Sí es cierto que en la farmacia de hospital se está dando una superespecialización, con diez o doce grupos de trabajo por servicio, desde farmacéuticos oncólogos, pediatras, farmacocinética, ensayos clínicos. Esta superespecialización en la privada no la tenemos, ya que nos dedicamos más a la gestión.

¿Cuál es el papel del farmacéutico en el manejo de nuevas terapias y fármacos innovadores?

El trabajo del farmacéutico de hospital puede ser muy especializado en función del equipo de sanitarios que le rodean. Esto quiere decir que, de los pacientes que vienen al hospital, ninguno va a recibir un tratamiento no innovador. El clínico le va a dar la medicación que necesite y nosotros dispensaremos los fármacos que ellos nos pidan. Si hay un fármaco innovador para una determinada patología cualquier médico va a querer que su paciente siga ese tratamiento también en la privada.

¿Participáis también en ensayos clínicos?

Se realizan algunos, pero el volumen en la privada es muy pequeño porque el trabajo está mucho más enfocado a la labor asistencial. No obstante, ahora mismo tenemos en USP San Camilo un estudio en fase IV observacional con un quimioterápico.


¿Qué actuaciones del farmacéutico de hospital pueden ayudar a mejorar la gestión del centro?

El gasto farmacéutico es el capitulo sanitario con el mayor crecimiento interanual. Esto se debe al envejecimiento de la población y el aumento de las terapias innovadoras con un elevado coste, entre otros factores. En este sentido, se hace vital la racionalización del gasto. De hecho, en todos los hospitales hay comisiones de farmacia terapéutica donde se valoran qué medicamentos son interesantes tener o no tener en el hospital. En este punto, es necesario valorar el uso de estos medicamentos y hacer unos protocolos basados en evidencia científica para comprobar si esos fármacos van a mejorar la calidad de vida o la supervivencia del paciente. Por este motivo se requiere la aplicación de unos protocolos muy estrictos a la hora de suministrar un tratamiento nuevo. Hay que racionalizar el gasto y ser muy serios a la hora de aplicar nuevos medicamentos.

La sanidad privada prioriza la racionalización del gasto.

A este respecto, ¿la sanidad privada puede ser un ejemplo de racionalización del gasto farmacéutico?

En la medicina privada se tiene muy en cuenta el gasto farmacéutico y sí que intentamos dar el mejor tratamiento al menor coste. No nos dejamos llevar por las innovaciones hasta que no demuestran realmente ser “grandes innovaciones”. Asimismo, utilizamos más protocolos, más genéricos para abaratar costes, la guía farmacoterapéutica está siempre actualizada con los medicamentos con una mejor relación coste-efectiva y no tener dos medicamentos para el mismo tratamiento.

¿Qué porcentaje de genéricos y de fármacos de marca se utilizan en un hospital como el San Camilo?

Cuando existe la alternativa del genérico, prácticamente todos los fármacos son genéricos, es la política del grupo. A este respecto, USP San Camilo forma parte de una red privada de hospitales, 13 en toda España, por lo que el grupo dispone de una central de compras en Barcelona, que gestiona directamente los precios con los laboratorios.

Beneficios para el paciente de la asistencia privada.

¿Cómo es la comunicación con el resto de departamentos del hospital?

En el caso concreto del USP San Camilo hablamos de una clínica pequeña (tiene 100 camas), algo que hace que la comunicación con los clínicos sea muy accesible y sea muy fácil hacer actuaciones, principalmente porque no tenemos mucha burocracia. Hacemos protocolos, seguimiento personalizados… La comunicación es muy fluida en todos los casos.

¿El trabajar en un centro más pequeño mejora la atención al paciente?

En las clínicas privadas tenemos un seguimiento farmacoterapéutico más estrecho de los pacientes debido a que su volumen no es muy grande. Además, sabemos el nombre de los pacientes que van a venir, cuándo, cómo están y les da confianza saber qué enfermera les va a poner el tratamiento, saber que no se va a equivocar, etc. Por este motivo la gente viene muy tranquila, muy confiada, la relación con los pacientes es muy cómoda. Ellos se sienten muy bien y al final la relación personal es lo que más te transmite.

¿Cómo ha evolucionado la práctica diaria del farmacéutico de hospital en los últimos años?

Proyectos de USP Hospital San Camilo en 2011.

La farmacia de hospital ha cambiado mucho y está en continua evolución. Hace unos años teníamos un papel más de formuladores, y nos dedicábamos más a comprar y distribuir, sin participar en la atención al paciente. En la medida en la que el farmacéutico se ha implicado en las tareas asistenciales se le empieza a ver por todo el hospital, ya no está recluido en la farmacia. De hecho, hay 18 grupos de trabajo en la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria, de pediatría, sida, urgencias, geriatría, terapias biológicas, etc. Se está adquiriendo una superespecialización que otorga al farmacéutico una mayor visibilidad en los hospitales. Con los oncólogos pasan visita en muchos centros, por ejemplo.

¿Cuáles son los principales proyectos de USP San Camilo en farmacia para el próximo año?

En USP San Camilo este año hemos puesto en marcha una herramienta activa y útil en la práctica clínica que es el vademécum virtual, un sistema que permite que la prescripción esté informatizada y tener una base de datos permanentemente actualizada donde el profesional pauta la medicación y ve en el momento si está de alta o de baja en el Ministerio, los excipientes que contiene, si hay interacciones entre la medicación que se le va a dar, etc. Es una herramienta muy útil para el seguimiento farmacoterapéutico de los pacientes. Además, este año estamos actualizando la guía farmacoterapéutica de USP San Camilo y estamos haciendo unos protocolos de actuación con el departamento de Microbiología.
 

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